UNA FAMILIA NADA IDÍLICA (SAGRADA FAMILIA)


Una familia nada idílica


El domingo siguiente a la Navidad, la Iglesia celebra la fiesta de la Sagrada Familia. Hay muchas imágenes cursis de esta Sagrada Familia que, se cree que en ella no hubo problemas, pues al igual que en nuestras familias, ellos también tuvieron sus problemas que resolver.

Recordemos que, según la costumbre del matrimonio judío, María y José estaban unidos en matrimonio legalmente ratificado. Antes de llegar a vivir juntos sucedió que María concibió un hijo. José sabía que él no podía ser el padre. Su embarazo parecería ser resultado de un comportamiento adúltero.    Siendo un hombre justo, recto y Observante de la Ley, se encontraba ante un dilema. Según la Ley, si se descubría que una joven desposada, antes de ir con su esposo, había perdido la virginidad, tenía que ser lapidada hasta morir. Es por lo que José tomó la decisión que sabemos…(Mt 1,18-25).

Después llega el nacimiento de Jesús. Una serie de elementos señalan en el relato de Lucas la dificultad de este parto, empezando por lo desarraigado de su escenario. José deja la casa junto con María en estado avanzado de embarazo.         El viaje se emprende por un decreto del emperador romano César Augusto para que todo el mundo se censara en la ciudad de sus antepasados. Lejos de su casa, estos padres expectantes, sin habitación para ellos en la posada, se refugian en unacueva o establo donde había animales. Y entonces “le llegó a ella el tiempo del alumbramiento…” (Lc 2,1-20).

Al poco tiempo viven una experiencia de terror y desplazamiento. Con una ira violenta Herodes intenta matar a su rival recién nacido. Advertido en sueños, José tomó consigo “al niño y su madre” y huyó a Egipto de noche. En Belén, los soldados mataron a todos los niños varones de menos de dos años de edad.         Tras la muerte de Herodes, José guiado por otro sueño volvió con “el niño y su madre” a la tierra de Israel pero advertido de un nuevo peligro, José encaminó su familia al norte, a Galilea, donde pusieron su morada en la ciudad de Nazareth (Mt 2,13-23).

En el evangelio de hoy (Lc 2,41-52), Lucas nos presenta a Jesús en el Templo de Jerusalén con doce años. Después de la fiesta de Pascua, Jesús se queda atrás discutiendo con los expertos en la Escritura, haciendo caso omiso de los temores de sus padres. No es el buen chico que hace exactamente lo que sus padres quieren de él. Cuando, tras buscarlo angustiados durante tres días, sus padres lo encuentran finalmente en el Templo, le hacen la pregunta con cierto reproche y en su respuesta Jesús no parece tener demasiada compasión .

Sin embargo, sí hay un relato fantástico donde aparecen trazos de su vida en común (Lc 2,22-40), es la escena anterior al texto de hoy. En ella Lucas nos describe cómo los padres llevaron al niño a Jerusalén; cómo ellos ofrecieron sacrificios; Simeón se encontró a “los padres”  haciendo con Jesús lo que era costumbre según la ley; “el padre y la madre del niño” se quedan pasmados ante sus revelaciones; “su padre y su madre estaban maravillados de las cosas que se decían de él.

Simeón los bendijo...” (v. 34). Qué cuadro tan llamativo: la joven pareja arropada por la bendición de este sabio y noble anciano, recibiendo su oración y siendo recordados ante Dios los dos juntos. No es María  sola la que es bendecida, es bendecida junto con su esposo José.  Los dos están unidos, preparados para el cuidado de su hijo.

Cuando cumplieron todas las cosas prescritas por la ley, regresaron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño crecía y se fortalecía; estaba lleno de sabiduría, y gozaba del favor de Dios.      José y María son los testigos de la vida oculta, los mejores testigos de la humanidad de Jesús. Ellos le ayudan a crecer dándole protección, seguridad afectiva, dignidad, confianza, amor....Todas las parábolas de Jesús provienen de su contemplación de la vida cotidiana. María y José fueron la mejor imagen para describir a Dios. La mejor de sus parábolas, mostrar a Dios como “Abbá”, es el resultado de lo que ve, escucha, aprende de su padre y de su madre.

Ya vemos que esta familia de idílica nada. Sin embargo, Jesús creció no en el vacío, sino en el círculo de su familia galilea. Es más que probable que, al menos, alguna parte de su idea del amor de Dios para salvar provenga de estos padres judíos que, durante los años decisivos de su desarrollo, le enseñaron a conocer al Dios compasivo y liberador, de las Escrituras hebreas.

Cuando los planes de Dios no son como espero y deseo, cuando rompen mis esquemas y proyectos, cuando suponen dificultades ... ¿sigo confiando, alabando y dando gracias?
José y María lo tuvieron todo claro desde el principio. También tuvieron que creer en Jesús. La fe es un proceso y puede ser doloroso. Como nosotros, encontrarán a Jesús a través de la búsqueda, la alegría, la sorpresa, las inquietudes, la admiración, el asombro, la duda...Cuando los planes de Dios no son como espero y deseo, cuando rompen mis esquemas y proyectos, cuando suponen dificultades ... ¿sigo confiando, alabando y dando gracias?

El Papa insiste en que es el amor de una familia la que da a los hijos la seguridad que necesitan y les permite desplegar aquello que los hace únicos e irrepetibles. El primer alimento que recibió Jesús fue el amor de sus padres, y que ese amor la base en la  formación de ese niño. La familia de Nazaret nos invita a amarnos entre esposo y esposa porque de ese amor es que se alimentarán los hijos. Ellos no necesitan discursos o sermones, más bien necesitan un testimonio de amor de parte de los padres. De este modo a pesar de las enormes dificultades que pueda encontrarse ya sea un niño o un adolescente durante su crecimiento si es recibido en el seno de una familia que le ama, encontrarán todas las fuerzas para superar cualquier obstáculo.

Como nos dijo el Santo Padre Benedicto XVI: Confiemos por tanto a la Virgen y a San José a todas las familias, para que no se desanimen frente a las pruebas y a las dificultades, sino que cultiven siempre el amor conyugal y se dediquen con confianza al servicio de la vida y de la educación.

FELICITACIÓN NAVIDAD COMISIÓN NACIONAL

Feliz Navidad y feliz fiesta de la Sagrada família

> Desde la Comisión Nacional de Hogares Don Bosco,

> A caballo entre la Navidad y la Fiesta de la Sagrada Familia, queremos 
> hacerte llegar nuestra felicitación y nuestro recuerdo.

> Estas fechas tienen una significación especial para todos los que 
> creemos en el Cristo Resucitado, puesto que en ellas podemos situar uno 
> de los hechos más importantes de nuestra historia de Salvación: Cristo 
> se hace como nosotros, para compartir toda nuestra vida y lo hace en la 
> humildad de un hogar de Nazareth.

> Todo un ejemplo para los que compartimos la misión de la Familia 
> Salesiana, puesto que nuestro padre Don Bosco, hizo lo mismo con 
> aquellos muchachos de Turín.

> Con el horizonte puesto en el próximo bicentenario, desearos una feliz 
> Navidad y una feliz fiesta de la Sagrada Familia.

> La Comisión Nacional de Hogares Don Bosco

EUCARISTÍA SAGRADA FAMILIA (FERNANDO Y ENCARNITA)

Queridos amigos y amigas de HDB:

Tras nuestra felicitación navideña, un nuevo y urgente recordatorio para que celebremos cristiana y familiarmente la FIESTA de la SAGRADA FAMILIA, el próximo domingo día 30 de diciembre, ya finalizando el presente año 2012.

No tenemos que ponderaros la importancia fundamental y clave de la Familia y mucho más de la Familia Cristiana en la Sociedad de hoy y de siempre; pero hoy más que nunca por los tiempos tan difíciles y críticos por los que atravesamos. Pues a pesar de todo, los hijos e hijas, los seguidores y admiradores de D. Bosco somos y tenemos que seguir siendo optimistas, esperanzados y llenos de fe y confianza en esta Institución Familiar, que será la salvación de la sociedad y del mundo futuro.
¡Defendamos, apoyemos, reevindiquemos a nuestras familias, de la manera que cada uno sepa y pueda!
Los Hogares D. Bosco tenemos que estar ahí, en la brecha y en primera línea, donde se organice cualquier evento referido a la Familia.

Que cada Grupo y cada Localidad celebre y testimonie su amor y su defensa a la Familia como mejor sepa y pueda: bien a nivel salesiano en cada Casa, bien a nivel local, parroquial, arcipretal, diocesano o nacional.
Ya sabéis todo lo que hay organizado en los distintos niveles, para proclamar que la Familia y en la Familia está la salvación y la esperanza del mundo actual y más aún en la Familia Cristiana.


Os deseamos lo mejor y que desde el ámbito o nivel que elijáis, celebréis esta festividad estando presentes como HDB en losactos de este día.

Un abrazo y a participar gozosomente en el día de la Sagrada Familia.

Encarnita y Fernando: Matrimonio Coordinador Inspectorial de HDB.-

LECTIO DIVINA SAGRADA FAMILIA


         Lectio  divina             Fuente: DABAR
Sagrada Familia. Ciclo “C”   30 de Diciembre de 2012
                       Ecl 3, 2-6. 12-14; Sal. 127, 1-5; Col 3, 12-21; Lc 2, 42-52

1.      Oración inicial:
¡Cómo no dirigirte, Señor, nuestra oración, por las familias que sufren tanto en estos momentos por sus hijos que, en la falta de trabajo no pueden desarrollar todas las capacidades acumuladas en su formación, ante la perspectiva de un futuro profesional tan frustrante pierden sus ilusiones  y se refugian en un ocio que, con frecuencia, expresa su frustración y su rabia con formas de violencia o de evasión. Nos gustaría que pudieran encontrarse contigo para descubrir la profundidad de tu amor, la importancia vital de tu esperanza y la fuerza de caminar contando contigo al lado!
2. Lectura comprensiva: LUCAS  2, 42-50
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Estos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados». El les contestó: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?» Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. El bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.
3. Comentario bíblico:
a. Aclaraciones al texto
Vs.41. Las fiestas de Pascua. Período de ocho días: comprendía la fiesta de Pascua propiamente dicha (primer día) y la fiesta de los panes sin levadura o ázimos (siete días siguientes). La Pascua era una de las tres grandes fiestas de peregrinación en las que todos los varones judíos debían ir a Jerusalén.  Las mujeres y los menores de edad no estaban obligados a tomar parte.
V.42 Doce años. A esta edad los niños varones adquirían la mayoría de edad y la condición de hijos de la Ley, quedando obligados al cumplimiento de la misma.
V.43 El niño Jesús. El término griego empleado es susceptible de las siguientes acepciones: hijo, niño, muchacho, joven, esclavo. En el contexto narrativo en que se halla parece preferible la acepción de hijo en la línea de muchacho o joven. No hay que olvidar que la mayoría de edad estaba en los doce años.
V.46 En el templo. El término está empleado no en el sentido restrictivo de santuario reservado a los solos sacerdotes, sino en el sentido global de espacios abiertos a todos sin exclusión, concretamente los diversos atrios exteriores, donde, entre otras actividades, tenía lugar la enseñanza pública de la Ley los sábados y los días de fiesta. Sentado (probablemente en el suelo), escuchando y haciendo preguntas a los maestros (probablemente sentados en un banco o de pie). Descripción perfecta del comportamiento de un alumno: escucha y luego pregunta. Maestros. Intérpretes de la Ley y de su aplicación a la vida diaria.
V.47 Estaban asombrados. En el sentido fuerte de estar fuera de sí de pasmo, de estupor: estaban estupefactos.
V.48 Quedaron atónitos. Nueva expresión fuerte en la línea de la anterior. Quedarse perplejos, sin explicación.
V.49 ¿Por qué me buscabais? La pregunta del joven Jesús no encierra tanto reproche a sus padres, cuanto sorpresa por su desconocimiento de dónde encontrarle. Yo debía estar. Primera aparición del uso impersonal del verbo deber referido no a una necesidad abstracta y fatídica, sino a la necesidad del designio salvador de Dios, de quien Jesús habla en términos de Padre.
V.51 Bajó con ellos y siguió bajo su autoridad. El segundo verbo subraya expresamente la continuidad en estar bajo la autoridad de sus padres por parte de Jesús.
Conservar en el corazón. Dar vueltas a un asunto en la cabeza, tratando de entender.
V.52 Gracia. Favor, aceptación, reconocimiento. Crecer en gracia ante Dios y los hombres. Tener el aprecio y el reconocimiento de Dios y de los hombres.      

b. Texto
Relato anclado en el recuerdo imborrable de María y de José el año de la mayoría de edad de su hijo Jesús. Recuerdo imborrable por lo desconcertante de un hecho que les desbordó por completo y que les angustió. La angustia no se recuerda si no es porque se ha pasado por ella. El evangelista resalta con fuerza en el v.48 el estado anímico de los padres de Jesús. ¡Hijo! ¿Por qué nos has tratado así? ¡Tu padre y yo te hemos estado buscando angustiados! María y José no tenían ninguna explicación para lo sucedido. No obstante su profunda raigambre religiosa, no podían imaginar que su hijo se quedara en el templo sin saberlo ellos. Reacción lógica y natural a nivel estrictamente familiar.
¿Por qué habéis estado buscándome? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre? Primeras palabras de Jesús recogidas por Lucas en su evangelio. En ellas aflora un nivel familiar distinto del habitual. El Padre del que Jesús habla es Dios y, para hablar de Dios, Jesús eligió el lugar adecuado (el templo) y el momento adecuado (su mayoría de edad). Las primeras palabras de Jesús expresan también con fuerza el misterio de su persona, de la que es inexacto decir que estuviera perdida en el templo. Jesús estaba en la propiedad de su Padre y, por tanto, en un nivel familiar de exigencia marcado por su Padre.    
¿Qué tiene de extraño que María y José se sintieran desbordados por su hijo? Lucas resalta también con fuerza en el versículo 50 este otro estado anímico: Ellos no comprendieron lo que quería decir. Reacción también lógica y natural ante el misterio divino.
¿Conflicto irresoluble entre el nivel familiar humano y el divino? Los versículos finales 51-52 apuntan a una respuesta en sentido armónico y complementario de ambos niveles. Jesús siguió bajo la autoridad de los padres. María fue desarrollando una actitud de reflexión buscando descubrir lo que Jesús era y significaba. El crecimiento de Jesús tuvo lugar en la familia. Bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Y los padres, a su vez, fueron creciendo en contacto creyente con el misterio de su hijo.
4. Meditación:
Indicaciones para nuestra vida
Dos realidades, la familiar natural y la familiar espiritual. Dos dimensiones, la trascendente y la inmanente. Ambas realidades, ambas dimensiones son necesarias y complementarias. Los cristianos tenemos un compromiso ineludible: ser familias sagradas.
Preguntas y cuestiones
La preocupación de muchos padres y madres por el momento crucial de sus hijos en lo educativo, profesional y en sus ambientes de ocio se manifiesta más en el miedo que en una actitud de esfuerzo educativo y de siembra de ilusiones y proyectos para el futuro. Dios está ausente hoy del corazón y de la cabeza de muchos de nuestros jóvenes. Si no les acercamos al encuentro con Él, se encontrarán sin bases profundas de confianza y esperanza para proyectar un futuro que les haga felices realmente. ¿No es el miedo lo que atenaza a muchos padres en la relación con sus hijos? ¿Cuántos prejuicios sacan los jóvenes en relación con Dios? La vida es dura, difícil siempre, apasionante también, pero requiere de fuerza interior que anime el camino ¿Cómo aguantarlo sin confianza, sin fe?
5, Contemplación:
¡Que nuestra familia sea dichosa: ¡Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos!
6. Oración:
Nuestra gratitud, Señor, se manifiesta y expresa con espontaneidad cuando nos fijamos en todo lo que haces por nosotros, porque todo lo has pensado y dirigido para hacer posible nuestra vida rodeada de motivos de esperanza y de contemplación de tus maravillas.
Te agradecemos que Jesús sea tu palabra transmisora de tu imagen, de tu preocupación familiar y de tu promesa de no abandonarnos nunca mientras el mundo aguante. También nos traslada tu invitación a unirnos a tu esfuerzo por cambiar el corazón humano tan impermeable y duro, tan insensible al dolor de otros y tan ajeno a las situaciones que no ve cercanas.
Pero muchos responden con generosidad a tu llamada de solidaridad y a la semilla de amor fraterno que has puesto y cultivas en el fondo de nuestros sentimientos. Con el crecimiento de esa semilla, bien alimentada en nuestras celebraciones haremos que algún día la sonrisa de los niños sea total y el plato de los pobres esté bien surtido.

EUCARISTÍA SAGRADA FAMILIA


EUCARISTÍA DE LA

SAGRADA 
FAMILIA



DOMINGO  30 DE DICIEMBRE EN LA IGLESIA DEL COLEGIO SALESIANO, A LAS 11’30 HORAS
             ORGANIZA HOGARES DON BOSCO

ANIMARÁ LA EUCARISTÍA EL CORO DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS DE DON BOSCO
                                        

LECTIO DIVINA NAVIDAD


Lectio  divina             Fuente: DABAR
  NAVIDAD. Ciclo “C”   25 de Diciembre de 2012
1.      Oración inicial:
Te damos gracias, Señor, porque no te has quedado a la puerta. Has querido entrar a formar parte de la historia de los hombres y llamar a nuestra casa. “Has acampado entre nosotros”, te has hecho uno de nosotros. ¡Gracias Señor! 
2. Lectura comprensiva: JUAN 1, 1-18
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.

3. Comentario bíblico:
a. Aclaraciones al texto
 V.1 En el principio. Así empieza el Génesis, el primer libro de la Biblia. Se trata del principio de la creación, cuando todo lo existente empezó. Palabra. En su doble acepción, racional (palabra pensada) y hablada (palabra comunicada).
V.5 La traducción litúrgica necesita  resaltar más la  oposición y quedar así: La luz brilla en la tiniebla, pero la tiniebla no la recibió. 
V.6 Juan. Primera mención en el texto de hoy. En su condición universal y conceptual de anthropos, ser humano, hombre. Por encima y más allá de su condición particular e histórica de judío de carne y hueso.   
Vs.9-10 Mundo. Cuatro veces se repite el término en los dos versículos. En las cuatro se refiere a una parte de la creación, a la única capaz de dialogar, de dar una respuesta: la parte humana, el ser humano, el hombre (varón y hembra).  
V.11 Vino a su casa. Literalmente: vino a lo propio suyo. Otro modo de decir mundo en el sentido humano de los dos versículos anteriores. Podría personalizarse y traducirse vino a los suyos. Los suyos abarcan más que los solos judíos; tiene alcance universal, la gran familia humana. También aquí la traducción litúrgica debería resaltar más la oposición: Vino a los suyos, pero los suyos no la recibieron.
V.12 Dar poder para. Este poder no se inscribe en el código genético. 
V.13 Nacer de sangre: código genético.  Amor carnal: decisión humana. Amor humano: decisión del varón. Tres maneras distintas de referirse al nacer como hecho biológico.   
V.14 Carne. Hombre de carne y hueso, de cuerpo y alma. Acampar. Reminiscencia de la condición nómada del Pueblo de Israel por el desierto, cuando acampaba en tiendas. Nosotros. Colectivo creyente. El pronombre  va más allá de los solos contemporáneos de Jesús; engloba a cualquier persona de cualquier tiempo y lugar que descubre en Jesús la presencia divina.  Gloria. Presencia divina.  Hijo único. El adjetivo único expresa singularidad, no procedencia; único en el sentido de singular, precioso, singularmente valioso. Gracia. Denota ternura, misericordia, amor. Verdad. Denota solidez, fidelidad. Gracia y verdad. Dos palabras para  indicar el amor fiel de Dios.
V.15 Juan. Segunda mención. Esta vez en su condición particular e histórica de varón judío de carne y hueso. Da testimonio. Con su toma de partido por el Hijo único del Padre, Juan abre la lista pública de integrantes del colectivo creyente nosotros.
V.17 Jesucristo. Nombre propio de la Palabra-hecha-carne. Indica más que Jesús solo y más que Cristo solo.
V.18 Estar en el seno de alguien. Expresión figurada de estar junto a alguien.
b. Texto
 Vs.1-13 La Palabra en clave histórica general

La Palabra dentro de la esfera de Dios (vs.1-2). Palabra creadora del afuera de Dios (v.3). Palabra con Vida eterna divina (v.4a); Vida con Luz para los hombres (v.4b).

En el v.5 aparece el primero de los dos presentes históricos de todo el texto: La luz brilla en la tiniebla. A partir de este v.5 el texto se mueve ya en la historia, pero hasta el v.13 esta historia está ampliada a escala universal, más allá de la escala particular y concreta judía. Una historia de aceptación y de rechazo. La Luz brilla en la tiniebla, pero la tiniebla no la recibió.

De Juan se habla en el v.6 no en su condición de judío sino de humano: surgió un hombre. Paradigma humano de  Testigo en favor de la Luz rechazada (vs.6-8).
           
La Luz verdadera se encuentra en la Palabra creadora, ante la que retorna el paradigma de aceptación y de rechazo (9-13). Los suyos somos todos. Unos aceptamos la Palabra; otros, no. Historia repetida.  La aceptación de la Palabra convierte a quien la acepta en hijo de Dios.

Vs.14-18 La Palabra en clave histórica particular 

La Palabra que existía en la esfera de Dios, esa Palabra se hizo carne. Se hizo persona histórica concreta, en un país concreto, en un tiempo concreto, sujeta a la verificación de unos contemporáneos concretos.

Su nombre propio es Jesús. En Él se ha mostrado Dios a nosotros y se ha hecho realmente cercano a nosotros, de forma tal que nosotros podemos libremente creer en Dios con garantía. Jesús es el Hijo singular, irrepetible, el único que nos ofrece garantía absoluta de Dios y del amor fiel de Dios a todos y cada uno de nosotros. Jesús es quien nos ha dado a conocer a Dios. Este es el testimonio impagable de Juan sobre Jesús a partir del v.15, versículo en el que aparece el segundo de los presentes históricos de todo el texto: Juan da testimonio de él.

Hablar así de Jesús es a lo que el evangelista denomina  contemplar la gloria de Jesús. Hablar así de Jesús es reconocer que su nombre propio completo es Jesucristo. Hablar así de Jesús es creer en Jesucristo y ello conlleva el formar parte del colectivo nosotros del que habla el evangelista, el colectivo de los contemporáneos creyentes, un colectivo nunca cerrado, siempre abierto.    
4. Meditación:
Indicaciones para nuestra vida
En Navidad celebramos el nacimiento del niño que tiene la hondura y la consistencia de la Palabra eterna de Dios. En este niño tomó cuerpo la Palabra; en él anida la Vida y resplandece la Luz. Este niño es el lenguaje adoptado por Dios para hablar de sí mismo y comunicarse con nosotros.

Dios mismo se ha mostrado a nosotros en Jesús: ha dado a ver su rostro y se ha hecho realmente cercano a cada uno de nosotros. Pero no se nos ha impuesto: existe la posibilidad de una aceptación nuestra y existe también la posibilidad de un rechazo nuestro.

Nosotros podemos ser desafortunados hasta el punto de no aceptar a este niño; pero afortunados hasta el punto de contemplar extasiados toda su hondura y riqueza, que terminarán trasvasándose de él a nosotros. Ha bajado junto a nosotros el que es nuestra misma vida (San Agustín).

Jesucristo desvela a Dios, revela a Dios, explica quién y cómo es Dios. Sin Él no podemos entender quién y cómo es Dios.  Él es el exegeta de Dios. Con Él sabemos del amor fiel y constante de Dios. Él es absolutamente único y absolutamente indispensable para los humanos.

La Palabra eterna de Dios entró en el tiempo y está presente en cada momento, porque cada momento fluye de su poder creador, de su eterno hoy. Los cristianos debemos ser testigos de la Palabra eterna de Dios hecha carne, anunciarla con nuestras palabras y mostrarla con nuestra vida.

Preguntas y cuestiones
¿Me he parado a distinguir entre el «dar voces» y «decir una palabra»? ¿Entre el ser «portavoz» de otro y tener yo una palabra que decir?
¿Cómo es la «voz» de Dios? ¿Es clara o confusa; es tranquilizante o provocativa?  ¿Es superflua o necesaria?
¿Dios nos habla? ¿Cómo nos habla? ¿Cuál es su mensaje? ¿Sabemos distinguir la palabra de Dios de otras palabras que no son de Dios?
¿Me he parado a pensar, alguna vez, en la persona de Jesús como «Palabra encarnada» del Padre? ¿Qué supone que el cristianismo tenga como punto de partida la fe  en la «encarnación» del Hijo de Dios?
¿Podemos proponer una religión de «teorías», de «enunciados», o más bien debemos proponer una religión encarnada que nace del Hijo de Dios que entra en la historia y comparte nuestra condición humana?

5, Contemplación:
¡Dios se ha hecho hombre!

6. Oración:
Señor que el centro de esta noche buena en mi vida sea tu Nacimiento, que me alegre, sí, con la comida en familia, que me alegren, sí, los regalos que nos intercambiamos… pero que tu venida a nosotros sea el centro de esta noche y sea un motivo de reflexión. 


FELICITACIÓN DE NAVIDAD DE COMISIÓN INSPECTORIAL










FELICITACIÓN NAVIDAD COMISIÓN LOCAL POZOBLANCO










Consejos y Comisiones Inspectoriales de la Familia Salesiana


Consejos y Comisiones Inspectoriales de la Familia Salesiana


Publicamos el mensaje que envía Don Pedro Ruz SDB, Delegado Inspectorial de la FA.SA., con motivo del encuentro de la familia salesiana celebrado ayer en Sevilla:


MUCHAS GRACIAS A TODOS POR ESTA JORNADA DE AUTENTICA FAMILIA SALESIANA.....

> El 30 de septiembre nos vimos con Don Bosco....
> Hoy con motivo del Adviento-Navidad.....
> El Congreso los días 27 y 28 de Abril nos veremos de nuevo.....

ASÍ SE CONSTRUYE DESDE LA VIDA LA COMUNIÓN DE LA FAMILIA SALESIANA.

¡¡¡¡¡ FELIZ NAVIDAD FAMILIA!!!!!

 Pedro Ruz SDB, Delegado.-

TIEMPOS DE SOLIDARIDAD Y AMOR


 Tiempos de Solidaridad y Amor.-


Nos martillean día tras día con la crisis y sus múltiples aspectos, pues vivimos tiempos de crisis económica, moral, política, religiosa…, destacando los aspectos obscuros, feos, terribles de la misma hasta el punto de que su estela y hasta su mismo nombre nos enerva, nos obsesiona, nos aterra y hasta nos atenaza, y la verdad es que no es para menos.

Pero en tiempos de crisis, como en cualquier tiempo desagradable, duro, doloroso y adverso, hemos de sacar lo positivo para contrarrestar lo negativo; lo bueno para compensar lo malo; lo adverso para crecer, en una palabra lo aprovechable para ganar la partida con inteligencia y corazón.
Todos los tiempos de crisis llevan consigo otras actuaciones y compensaciones que aminoran lo doloroso y execrable que las crisis acarrean y ahí está la labor didáctica y efectiva a la que deben acogerse todos los responsables de masas que se precien de ser auténticos dirigentes de esta sociedad agobiada, porque también siempre se ha dicho que “a grandes males, grandes remedios” y buscar esos remedios debe ser norma de actuación prioritaria para toda persona, dirigente o no de nuestra sociedad, que viva atenazada por cualquier modalidad de crisis por las que aún atravesamos y además últimamente bastante perdurables en el tiempo.

Me llena de satisfacción y de esperanza comprobar cómo surgen los remedios ante esta pandémica situación, remedios y actuaciones unas llenas de humanidad solidaria y otras de amor cristiano que van paliando los efectos nocivos, sobre todo entre los más afectados y necesitados.
Valgan como botones de muestra las iniciativas de personas anónimas, sencillas, humanas, que con acierto los medios de comunicación ponen en nuestro conocimiento, como la oferta gratuita de un piso en Gijón por sus dueños para quien tenga necesidad de cobijo o haya sido desahuciado; o la de esa peluquera de Guadalajara que ofrece el importe económico de un día de trabajo a la semana para los necesitados; o los miles de anónimos que llenan con sus aportaciones los bancos de alimentos y las despensas de Cruz Roja, Cáritas u otras organizaciones sociales no gubernamentales y solidarias. Y por qué no, también destacar las generosas donaciones económicas de algún gran empresario español en favor de los necesitados.

Se acerca la Navidad, comercialmente ya empezó hace semanas; pero la verdadera, la autentica Navidad que nace del corazón y del portalito de Belén nos estimula un año más a pensar en los demás y a vivir para los demás, especialmente para los más desfavorecidos y faltos de cariño, ayuda y compañía.
Que “el feliz Navidad y próspero 2013” que en estos días vamos a repetir y a desearnos unos a otros hasta la saciedad, sea una pronta realidad para TODOS.
Unos lo harán por solidaridad o por filantropía; otros por AMOR, por amor cristiano y con mayúsculas, consecuencia de que somos hermanos e hijos de un mismo PADRE, que quiere siempre lo mejor para todos.
Pues eso, ¡que seamos muy felices siempre; pero de una manera especial en estas fechas!


Fernando Gámez de la Blanca.     Úbeda y Diciembre de 2012.-

CONCURSO DE RELATO CORTO SAN JUAN BOSCO


BUENAS NOTICIAS DESDE LA PAZ


Buenas noticias
«DESDE LA PAZ»
350 - 2 diciembre 2012
Benedicto XVI

   «Creo en la Iglesia, una, santa, católica y apostólica».
   Las notas características de la Iglesia responden al designio divino, como  afirma  el Catecismo de la Iglesia Católica: «Es Cristo, quien, por el Espíritu Santo, da a la Iglesia el ser una, santa, católica y apostólica, y Él es, también, quien la llama a ejercitar cada una de estas cualidades». Y, precisamente, la Iglesia es católica porque Cristo abraza, en su misión de salvación, a toda la humanidad. Jesús no envía su Iglesia a un grupo, sino a todo el género humano para reunirlo, en la fe, en un único pueblo con el fin de salvarlo. «Todos los hombres están invitados al Pueblo de Dios. Por eso este pueblo, uno y único, ha de extenderse por todo el mundo a través de todos los siglos, para que así se cumpla el designio de Dios». A partir la promesa de Jesús, la Iglesia, con la «fuerza del Espíritu Santo», anuncia al Señor muerto y resucitado: «en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines del mundo» (Hch 1,8).   Por tanto, la misión universal de la Iglesia no sube desde abajo, sino que desciende de lo alto, del Espíritu Santo, y está orientada desde el primer instante para expresarse a toda cultura para formar así el único Pueblo de Dios. Y en los comienzos del camino de la Iglesia, los Apóstoles se ponen en marcha sin ninguna seguridad humana, sino con la sola fuerza del Espíritu Santo, del Evangelio y de la fe.

   En la Solemnidad de Cristo Rey, el Papa recuerda que el poder del amor y de la verdad de Jesús jamás será destruido.   El último domingo del año litúrgico, la Iglesia, celebramos al Señor Jesús como Rey del universo. Según el evangelio de san Juan, Jesús se encuentra en la situación humillante de acusado. Arrestado, insultado, escarnecido, y sus enemigos esperan sea condenado al suplicio de la cruz. Lo han presentado ante Pilato como uno que aspira al poder político, como sedicioso rey de los judíos…, desde aquel momento el camino hacia la Cruz se hace cada vez más claro; allí, en el supremo acto de amor, resplandecerá el reino prometido, el reino de Dios. Pero la gente no comprende; están defraudados, y Jesús se retira, solo, al monte a rezar…, también los discípulos, a pesar de haber compartido la vida con Jesús y escuchado sus palabras, pensaban en un reino político, instaurado con ayuda de la fuerza. En Getsemaní, Pedro desenvainando su espada comenzó a luchar, pero Jesús lo detuvo (Jn 18). No quiere que se le defienda con las armas; quiere cumplir la voluntad del Padre hasta el final y establecer su reino, no con violencia, sino con la aparente debilidad del amor que da la vida. El reino de Dios es distinto a los de la tierra.
   Jesús ha venido para revelar y traer una nueva realeza, la de Dios; ha venido para dar testimonio de la verdad de un Dios, que es, amor (1Jn 4,8-16) y que quiere establecer un reino de justicia, de amor y de paz (Prefacio). Quien está abierto al amor, escucha este testimonio y lo acepta con fe, para entrar en el reino de Dios. Jesús manifestó su gloria: la de amar hasta el extremo, dando la propia vida por las personas que amaba. Ésta es la revelación del reino de Jesús. Y por esto, con un solo corazón, cada día, rezamos: «Adveniat regnum tuum». Amén.

   ¿Cómo hablar de Dios en nuestro tiempo?, el Papa en su catequesis nos dice:
   ¿Cómo comunicar el Evangelio, para abrir caminos a su verdad salvífica en el corazón de nuestros contemporáneos, a menudo cerrado, y su mente, a veces distraída por los destellos de la sociedad? El mismo Jesús, al anunciar el Reino de Dios, preguntó: ¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios?
¿Qué parábola nos servirá para representarlo?" (Mc 4, 30).
   Cómo hablar de Dios hoy: La respuesta es, que: podemos hablar de Dios, porque Dios ha hablado con nosotros. Y para hablar de Él, tenemos que escuchar lo que nos ha dicho el mismo Dios.
   Dios se preocupa por nosotros, y nos ama, Dios ha entrado personalmente en la realidad de nuestra historia…, hasta encarnarse. Dios es una realidad de nuestra vida, y es tan grande, que tiene tiempo también para nosotros, que puede ocuparse, y se ocupa, de nosotros.
   En Jesús, vemos el rostro de Dios, que ha bajado de su Cielo, para sumergirse en nuestro mundo y enseñarnos el "arte de vivir" el camino hacia la felicidad; para liberarnos del pecado y hacernos plenamente hijos de Dios (Ef 1, 5, Rom 8, 14).
   Hablar de Dios requiere, familiaridad con Jesús y su Evangelio, conocimiento personal y real de Dios y una gran pasión por su proyecto de salvación, sin ceder a la tentación del éxito, sino siguiendo el método de Dios mismo.
   El método de Dios es el de la humildad.   Hacerse uno de nosotros, es el método que cumple en la Encarnación, en la humilde casa de Nazaret y en la gruta de Belén, en la parábola del grano de mostaza. Requiere no temer la humildad de los pequeños pasos y confiar en la levadura, que penetra en la masa y la hace crecer lentamente (Mt 13, 33).
   Al hablar de Dios, bajo la guía del Espíritu Santo, es necesario volver a lo esencial del anuncio: la Buena Nueva de un Dios, real, concreto, que se preocupa por nosotros, de un Dios-Amor que se acerca a nosotros en Jesucristo, hasta la Cruz y que, en la Resurrección nos dona la esperanza y nos abre a una vida que no tiene fin, la vida eterna.
   El hablar de Dios nace de la escucha, de nuestro conocimiento de Dios, crece en la vida de oración y según los mandamientos.
Cuadro de texto: «La  Familia  que  reza  unida,   permanece  unida»


   Comunicar la fe, para san Pablo supone, decir abierta y públicamente lo que ha visto y oído en el encuentro con Cristo, lo que ha experimentado en su vida transformada por aquel encuentro; y llevar a Jesús, sintiéndolo en sí mismo; porque es el verdadero sentido de su vida, y pueda quedar claro para todos, que Él, es necesario para el mundo y decisivo para la libertad de cada hombre.         El Apóstol no se contentó con proclamar sus palabras, sino que comprometió toda su vida, en la gran obra de la fe.
   Para hablar de Dios, tenemos que dejarle espacio, en la esperanza de que es Él quien actúa en nuestra debilidad.
   Hablar de Dios, en la familia, primera escuela para comunicar la fe. El Concilio Vaticano pone a los padres como primeros responsables de la educación, en abrir la conciencia de los pequeños al amor de Dios, porque es esencial para la vida de la fe de sus hijos. Es importante la vigilancia, y aprovechar las oportunidades favorables, y hacer madurar una reflexión crítica respecto a las influencias a que están sometidos los hijos. Y también, sensibilidad en el reconocimiento de las posibles preguntas religiosas que se hacen los niños, a veces ocultas, veladas.
  Después está la alegría: la comunicación de la fe, debe tener un tono de alegría. Es la alegría de la Pascua, que no oculta la realidad del dolor, del sufrimiento, la fatiga, las dificultades, la incomprensión y la muerte misma, sino que debe ofrecer criterios para su interpretación, desde la perspectiva de la esperanza cristiana.
   Esta nueva capacidad de ver, con los mismos ojos de Dios, cada situación.     Es importante ayudar a todos los miembros de la familia a comprender que la fe no es una carga sino, que es, fuente de alegría profunda, para percibir la acción de Dios, y reconocer la presencia del bien, que no hace ruido,

   Conservar el latín ayudará a generaciones futuras a conocer la fe.
   El profesor Ivano Dionigi, presidente de la Pontificia Academia de Latinidad, afirma que su labor servirá para dar respuestas a las generaciones del futuro, ante cualquier duda que pueda surgir sobre su fe.
 El Presidente del Pontificio Consejo para la Cultura, Cardenal Gianfranco Ravasi, y el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, presentaron la nueva Academia de Latinidad.
   Benedicto XVI dijo que desde Pentecostés, la Iglesia habla y ora, en todas las lenguas pero, las comunidades cristianas de los primeros siglos usaron el griego y el latín, para la comunicación universal del mundo en que vivían. Gracias a ellos pasaron, a las nuevas generaciones la Palabra de Cristo. “Los textos son siempre en latín y griego, y conocer el latín, ayudará a responder preguntas sobre nuestra fe. De lo contrario, estamos en riesgo de hacer discursos sin sentido”.
  Es importante que el latín sea hondamente conocido especialmente en escuelas y universidades religiosas y seminarios, para los estudios de ética, de teología,…. “El latín no es un fin, sino un medio para otras disciplinas”, una lengua en riesgo de desaparecer, …, el Papa indicó también que la Iglesia debe conservar el latín y promoverlo, para perpetuar la formación y transmisión del saber.

   "Mi verdadera obra de arte es la familia". David López Ribes, recibió el Premio de pintura concedido por las Academias Pontificias en el Vaticano. Es valenciano, padre de familia con seis hijos, y afirmó que no tiene una obra maestra producto de su arte, "pero si hubiera una, sin duda, sería mi familia". Es artista multidisciplinar dedicado a la pintura, escultura, video-arte, que, colabora con el fundador del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello, en una propuesta estética, “para poner al servicio de la Iglesia, de la fe, y de la liturgia, pero también para entablar un diálogo, a través del arte, con el hombre contemporáneo que no entra en el templo, en la Iglesia ". La meta del hombre es encontrar la belleza, y él la ha encontrado. "Es Cristo, y queremos compartirlo, cuando vemos al hombre sumido en un proceso de desacralización, y pérdida de transcendencia".
   "Mi trabajo está enfocado a devolver a la imagen, el misterio, la transcendencia y el espíritu a través de la pintura, de la escultura y el video arte, lenguaje radical que tiene muchas posibilidades espirituales".
   Ante la tumba del Beato Juan Pablo II, a quien se siente profundamente ligado. "Le pidió: si va a ser bueno para la fe de mis hijos, ayúdame. Si no, no lo quiero". … y una llamada desde Roma… El Papa, vistos los finalistas, decidió darle el premio. "Era una noticia extraordinaria, y pensé, que… Era el día del Beato Juan Pablo II. Está clarísimo, tengo que ir con mis hijos, con todos los niños".
   El Papa Benedicto XVI, explicó -en carta leída por el Secretario de Estado, Cardenal Tarsicio Bertone-, que la belleza de la fe, no puede ser nunca obstáculo para la belleza artística, porque constituye "su último horizonte".

   La ignorancia religiosa es uno de los grandes problemas de nuestro tiempo.
   El Papa recordó a los prelados franceses que “la Buena Nueva que han de anunciar, se resume en pocas palabras: Dios es el creador del hombre; y su Hijo, Jesús, nos muestra su amor a la humanidad: "Dios es amor", y desea la felicidad de sus criaturas, de todos sus hijos. Para responder a preguntas fundamentales de la existencia humana, Cristo fundó su Iglesia para que todos los hombres pudieran conocerlas. Por eso, uno de los problemas más graves de nuestro tiempo es: la ignorancia religiosa en que viven muchos, incluidos los católicos”.
   “Por ese motivo, la nueva evangelización en que la Iglesia está firmemente comprometida, asume una urgencia especial. Y un obstáculo muy fuerte para nuestra misión pastoral es, la ignorancia del contenido de la fe. Se trata de una doble ignorancia: la ignorancia de, la persona de Jesucristo y de la sublimidad de sus enseñanzas, de su valor universal y permanente en la búsqueda del sentido de la vida y de la felicidad. Esta ignorancia lleva también a las nuevas generaciones a la incapacidad, de comprender la historia y, de sentirse herederas de la tradición que ha modelado la vida, la sociedad, el arte y cultura europeas”.
 “La Iglesia, en Europa, no puede permanecer indiferente ante la disminución de vocaciones, ordenaciones y otros tipos de llamada que Dios suscita en la Iglesia. Urge movilizar todas las energías disponibles, para que los jóvenes puedan escuchar la voz del Señor. Dios llama a quien quiere y cuando quiere.
 Las familias y comunidades cristianas siguen siendo terrenos favorables”.
   El Papa, elogió las iniciativas de algunas diócesis francesas que promueven el conocimiento de la teología entre los jóvenes que estudian otras disciplinas.     “La teología es una fuente de sabiduría, de alegría, que no se puede limitar a los seminaristas, sacerdotes y personas consagradas”.

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