LECTIO DIVINA. Año Litúrgico 2013-14. Ciclo A. 1- Diciembre – 2013

Lecturas: Is 2, 1-5; Rom 13, 11-14; Mt 24, 37-44
V/ Dios mío, ven en mi auxilio.
R/ Señor date prisa en socorrerme.
V/ Gloria al Padre…
R/ Como era en un principio…
Oración: Dios Todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino eterno.
SALMO RESPONSORIAL (Sal. 121)
Vamos alegres a la casa del Señor.
¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»!. Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén.
Vamos alegres a la casa del Señor.
Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David.
Vamos alegres a la casa del Señor.
Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor».
Vamos alegres a la casa del Señor.
Desead la paz a Jerusalén: «Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, seguridad en tus palacios».
Vamos alegres a la casa del Señor.
Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: «La paz contigo». Por la casa del Señor nuestro Dios, te deseo todo bien.
Vamos alegres a la casa del Señor.




 SALMO BÍBLICO
Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
2Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
3Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
4Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
5en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.
6Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
7haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios».
8Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
9Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.
 Reflexión.
BENEDICTO XVI
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 12 de octubre de 2005
 Saludo a la ciudad santa de Jerusalén 
1. La oración que acabamos de escuchar y gustar es uno de los más hermosos y apasionados cánticos de las subidas. Se trata del salmo 121, una celebración viva y comunitaria en Jerusalén, la ciudad santa hacia la que suben los peregrinos. 
En efecto, al inicio, se funden dos momentos vividos por el fiel: el del día en que aceptó la invitación a "ir a la casa del Señor" (v. 1) y el de la gozosa llegada a los "umbrales" de Jerusalén (cf. v. 2). Sus pies ya pisan, por fin, la tierra santa y amada. Precisamente entonces sus labios se abren para elevar un canto de fiesta en honor de Sión, considerada en su profundo significado espiritual. 
2. Jerusalén, "ciudad bien compacta" (v. 3), símbolo de seguridad y estabilidad, es el corazón de la unidad de las doce tribus de Israel, que convergen hacia ella como centro de su fe y de su culto. En efecto, a ella suben "a celebrar el nombre del Señor" (v. 4) en el lugar que la "ley de Israel" (Dt 12, 13-14; 16, 16) estableció como único santuario legítimo y perfecto. 
[…]
3. Se habla de "los tribunales de justicia en el palacio de David" (v. 5) porque el rey era también el juez supremo. Así, Jerusalén, capital política, era también la sede judicial más alta, donde se resolvían en última instancia las controversias: de ese modo, al salir de Sión, los peregrinos judíos volvían a sus aldeas más justos y pacificados. 
El Salmo ha trazado, así, un retrato ideal de la ciudad santa en su función religiosa y social, mostrando que la religión bíblica no es abstracta ni intimista, sino que es fermento de justicia y solidaridad. Tras la comunión con Dios viene necesariamente la comunión de los hermanos entre sí.
4. Llegamos ahora a la invocación final (cf. vv. 6-9). Toda ella está marcada por la palabra hebrea shalom, "paz", tradicionalmente considerada como parte del nombre mismo de la ciudad santa: Jerushalajim, interpretada como "ciudad de la paz". 
Como es sabido, shalom alude a la paz mesiánica, que entraña alegría, prosperidad, bien, abundancia. Más aún, en la despedida que el peregrino dirige al templo, a la "casa del Señor, nuestro Dios", además de la paz se añade el "bien": "te deseo todo bien" (v. 9). Así, anticipadamente, se tiene el saludo franciscano: "¡Paz y bien!". Todos tenemos algo de espíritu franciscano. Es un deseo de bendición sobre los fieles que aman la ciudad santa, sobre su realidad física de muros y palacios, en los que late la vida de un pueblo, y sobre todos los hermanos y los amigos. De este modo, Jerusalén se transformará en un hogar de armonía y paz. 
5. Concluyamos nuestra meditación sobre el salmo 121 con la reflexión de uno de los Santos Padres, para los cuales la Jerusalén antigua era signo de otra Jerusalén, también "fundada como ciudad bien compacta". Esta ciudad, recuerda san Gregorio Magno en sus Homilías sobre Ezequiel, "ya tiene aquí un gran edificio en las costumbres de los santos. En un edificio una piedra soporta la otra, porque se pone una piedra sobre otra, y la que soporta a otra es a su vez soportada por otra. Del mismo modo, exactamente así, en la santa Iglesia cada uno soporta al otro y es soportado por el otro. Los más cercanos se sostienen mutuamente, para que por ellos se eleve el edificio de la caridad. Por eso san Pablo recomienda: "Ayudaos mutuamente a llevar vuestras cargas y cumplid así la ley de Cristo" (Ga 6, 2). Subrayando la fuerza de esta ley, dice: "La caridad es la ley en su plenitud" (Rm 13, 10). En efecto, si yo no me esfuerzo por aceptaros a vosotros tal como sois, y vosotros no os esforzáis por aceptarme tal como soy, no puede construirse el edificio de la caridad entre nosotros, que también estamos unidos por amor recíproco y paciente". Y, para completar la imagen, no conviene olvidar que "hay un cimiento que soporta todo el peso del edificio, y es nuestro Redentor; él solo nos soporta a todos tal como somos. De él dice el Apóstol: "nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo" (1 Co 3, 11). El cimiento soporta las piedras, y las piedras no lo soportan a él; es decir, nuestro Redentor soporta el peso de todas nuestras culpas, pero en él no hubo ninguna culpa que sea necesario soportar" (2, 1, 5: Opere di Gregorio Magno, III/2, Roma 1993, pp. 27. 29). 
Así, el gran Papa san Gregorio nos explica lo que significa el Salmo en concreto para la práctica de nuestra vida. Nos dice que debemos ser en la Iglesia de hoy una verdadera Jerusalén, es decir, un lugar de paz, "soportándonos los unos a los otros" tal como somos; "soportándonos mutuamente" con la gozosa certeza de que el Señor nos "soporta" a todos. Así crece la Iglesia como una verdadera Jerusalén, un lugar de paz. Pero también queremos orar por la ciudad de Jerusalén, para que sea cada vez más un lugar de encuentro entre las religiones y los pueblos; para que sea realmente un lugar de paz. 
RELECTURA PERSONAL en clave cristiana
¡Qué alegría, tener una ciudad, una casa!
¡Qué alegría pertenecer
a la Iglesia de Cristo!
Pero pertenezco a la Iglesia
Porque Tú, Señor, me has llamado;
Pertenezco a la Iglesia
porque  has querido revelarme a Cristo,
el Señor, el que me ama,
el que me habla,
el que dirige mi vida,
el que me perdona,
el que me redime.
¡Qué alegría ser cristiano!
Pero, ¿me acerco a esa casa, a esa Iglesia?
¿no abandono mis obligaciones,
que voluntariamente he aceptado,
al aceptar mi Bautismo en la Iglesia
de Jesús?
Soy cristiano, y quiero amar la Iglesia:
vivir junto a mis hermanos
y cantar:
8Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
9Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien”.


Nuevo año litúrgico: 1 de diciembre de 2013

Nuevo Año Litúrgico: 1 de Diciembre de 2013
1.- ¡Feliz año nuevo! Es lo que más se oye el día 1 de Enero, y días después, cuando comienza el Nuevo Año Civil. Nosotros, creo, que no estaría de más que nos deseáramos un ¡Feliz Año Nuevo!. Cuando comenzamos un año de vida cristiana y un año en que nos deseamos crecer en espiritualidad y amor a Dios. 
2.- Al dar comienzo el Nuevo Año Litúrgico quiero, personalmente, y compartir contigo, si así lo deseas, una nueva forma de hacer la Lectio Divina.
3.- Desde el día 1 de Diciembre, en lugar de fijarme en la Lectura del Evangelio y rezar con esa lectura, quiero resaltar en mi “oración” el Salmo Responsorial que rezamos en las Eucaristías de los Domingos y Fiestas. 
4.- En la Liturgia de la Palabra de las Eucaristías, prestamos, más o menos atención, a las 3 Lecturas (Antiguo Testamento, Nuevo Testamento y Evangelio) y no nos damos cuenta de que en la Liturgia de la Palabra se encuentra el Salmo Responsorial que tiene su importancia.
5.- Cada Salmo está inspirado por Dios varios siglos antes de Cristo por el Rey David y otros autores y viene a ser como la savia que destila el Pueblo de Israel y que pasa a nosotros. Cristo, como buen israeliita, rezaba con los salmos.           
6.- ¿Qué es el Salmo Responsorial en la Liturgia de la Palabra? Toda palabra busca ser escuchada. También la Palabra de Dios quiere ser escuchada, y cuando esa escucha se produce tenemos la Iglesia. Esa no es sino convocación de Dios, comunidad de los que han respondido a su llamada o escuchado su Palabra. Cuando rezamos el Salmo, dentro de la Liturgia de la Palabra, estamos dando respuesta a Dios de todo cuanto nos ha dicho.
7.- Orden que quiero seguir:
a.- Oración inicial.
b.- Salmo Litúrgico: el que realiza el Lector y nosotros contestamos como respuesta a Dios.
c.- Salmo Bíblico: Texto de todo el Salmo cogido de la Biblia.
d.- Reflexión: tomada de diversos autores, principalmente de las Catequesis de Juan Pablo II y Benedicto XVI
e.- Relectura personal en clave cristiana. Es la relectura que tú haces del salmo; yo te propongo la mía, pero no sirve para nada en comparación de la que tú personalmente hagas.

¡Feliz Año Nuevo!

Invitación a la Escuela de Padres por parte del AMPA "Don Bosco"

Desde la Junta Directiva del AMPA “Don  Bosco”, se les invitan a HDB a participar en las charlas que el Ampa viene realizando desde hace ya varios años como actividades de escuela de padres.

      Las charlas propuestas por ahora son:

            El día  26 de noviembre, en la sala de video, tendremos la charla titulada “El poder de la autoestima”, cuyo ponente será D. Bartolomé Calero.

            El día 14 de enero, en la sala de video, tendremos por medio del Programa relax del ayuntamiento, la   ponencia    desarrollada   por   un educador social, titulada “Estimulación a lo largo del desarrollo evolutivo del niño a través de actividades físicas en familia”.

LECTIO DIVINA: Domingo_Fiesta de Cristo Rey Ciclo “C” 24 de Noviembe de 2013

2 Sam 5, 1-3; Sal 121, 1-5; Col , 12-20; Lc 23, 35-43.
1.      Oración inicial:
Cristo Rey, Tú eres el únicoi y verdadero Rey del Universo. Esa es la verdad de dela que eres testigo. Eres mi Rey, aunque te eleven en una cruz. Así, desde la Cruz, que es tu trono de gloria venciste la muerte y el pecado.  

Lectura comprensiva: Lucas 23,35‑43

En aquel tiempo, las autoridades hacían muecas a Jesús, diciendo: «A otros ha salvado; que se salve a si mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido». Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo: «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo». Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: «Éste es el rey de los judíos». Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros». Pero el otro lo increpaba: «¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada». Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino». Jesús le respondió: «Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso».
2.      3. Comentario bíblico:
a. Aclaraciones al Texto
 V.35 Las autoridades y el pueblo. La traducción litúrgica agrupa a autoridades y a pueblo en la burla. El original diferencia ambos colectivos: el pueblo asistía mirando; las autoridades hacían incluso muecas. El pretérito imperfecto expresa continuidad y persistencia.
V.36 Se burlaban. El original no emplea aquí el pretérito imperfecto sino el pretérito perfecto simple: se burlaron. La burla de los soldados no tuvo continuidad; fue una reacción en un momento dado.     
V.38    Había también un letrero encima. Retorna el imperfecto de continuidad. La traducción litúrgica ha eliminado el también, que expresa relación con las muecas y burlas anteriores. El adverbio encima de la traducción litúrgica es en el original un sobre él.
Mesías, Rey: Dos títulos, de empleo a veces superpuesto; con raíces más religiosas el primero, más políticas el segundo; raíces, sin embargo, no siempre fáciles de deslindar entre sí. Perteneciente al habla judía el primero y al habla romana el segundo.
V.43    Te lo aseguro: fórmula aseverativa, propia y exclusiva de Jesús. Hoy: empleo enfático, característico del evangelio de Lucas. Este hoy es el aquí y ahora de Jesús. Paraíso: palabra de probable origen persa. En la Biblia es empleada en sentido de jardín y en sentido de cercanía festiva. En este segundo sentido, paraíso guarda relación con la expresión seno de Abrahán en su significado de estar sentado a la mesa junto a Abrahán.
b. Texto
Los hechos acontecen en Jerusalén, en el Gólgota, en la cruz, en sucesión concatenada. 1º El pueblo miraba. 2º Las autoridades se burlaban. 3º Los soldados se mofaron. 4º Letrero en tres lenguas.

De la simple curiosidad del pueblo como si de un espectáculo se tratara (v.35a) a las escenas de burla y mofa, culminando con la mofa del letrero sobre la cabeza de Jesús (vs.35b-38). De la curiosidad a la burla sarcástica, en un crescendo que culmina en varias lenguas. ¿Puede un crucificado ser el Mesías de Dios? ¿Puede un crucificado ser el Rey de los judíos?

A partir de aquí la atención se centra exclusivamente en los tres crucificados. La escena la ha  descrito previamente  Lucas de la siguiente manera: Condujeron con Jesús a otros dos malhechores para ejecutarlos. Cuando llegaron al lugar llamado La Calavera, los crucificaron a él y a los malhechores: uno a la derecha y otro a la izquierda (Lc.23,32-33). Dos malhechores y Jesús compartiendo condena; los tres judíos; los tres van a morir.

Uno de los malhechores insulta a Jesús con brutal ironía y desde la exigencia. Sálvate a ti mismo y a nosotros. (v.39). Nada ha cambiado: sigue la burla sarcástica ¡Que va a ser éste el Mesías, incapaz como es de salvarse y de salvarnos!

El cambio llega a partir del v.40 con el otro malhechor. Por un lado, éste echa en cara al primero las palabras que ha dicho y lo hace desde el reconocimiento de la culpa que ambos tienen: Lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos (v.41); por otro, se dirige a Jesús desde la humildad, desde la no-exigencia, desde la súplica: Acuérdate de mí cuando llegues a tu reino (v.42).   

Jesús responde a la súplica del malhechor arrepentido y humilde: Hoy estarás conmigo en el paraíso (v.43). Hoy participarás conmigo en el banquete del Reino de Dios.

4. Meditación:
a. Indicaciones para nuestra vida
En Jerusalén, en el Gólgota, en la cruz, vuelve a resonar el enfático hoy, como en la conversación con Zaqueo hace tres domingos (19,5.9); como en la escena programática en la sinagoga de Nazaret (4,21); como en las palabras del ángel a los pastores (2,11). Este hoy es el aquí y ahora de la presencia de Jesús trayendo la salvación. Jesús es el Salvador.

En Jerusalén, en el Gólgota, en la cruz: aquí y así es donde y como Jesús es el Mesías y el Rey del mundo. Para unos, Jesús no puede ser Mesías ni Rey porque está en la cruz; para otros, Jesús es Mesías y Rey porque está en la cruz.

Un malhechor descubre aquí y así al Mesías y al Rey.

Un marginado (¿quién más marginado que un malhechor?) nos enseña cómo descubrir en Jesús al Salvador, al Mesías, al Rey: desde el reconocimiento del propio pecado, desde la humildad, desde la no-exigencia, desde la súplica.

En este marginado hallan su culminación todos los marginados que hemos ido descubriendo a partir del mes de septiembre: el hijo pródigo (Lc.15,11-24, domingo 24º); el samaritano leproso (Lc.17,15-16, domingo 28º); la viuda que acudía al juez (Lc.18,1-8, domingo 29º); el publicano en el templo (Lc.18,13,domingo 30º); el jefe de publicanos Zaqueo (Lc.19,1-10, domingo 31º).

En este marginado visualizamos una certeza y una verdad:   cuando muramos, participaremos con Jesús en el banquete del Reino de Dios. La culminación del camino no es la cruz sino el Dios a quien Jesús revela.
b. Preguntas y cuestiones
Las autoridades y el ladrón unen la «salvación» a la condición de ser «Mesías»; los soldados la unen a la condición de ser «rey» de los judíos. ¿Qué entienden ellos por «salvación»?
La escena que leemos, y en la que san Lucas insiste por tres veces en la salvación, es una escena de patíbulo, de cruz. ¿Es una contradicción que la cruz pueda salvar? ¿es la gran paradoja de Dios, que el amor crucificado de Jesús, sea la razón última de nuestra salvación?
La escena gira también en torno a la realeza de Jesús. ¿Podemos imaginarnos un rey, según lo humano, en una cruz, derrotado y humillado? ¿Cómo entender desde el conjunto de toda la vida de Jesús, este título de rey?
5, Contemplación:
El primogénito entre los muertos y príncipe de los reyes de la tierra, nos ha convertido en un reino para Dios.
6. Oración:

Tú que quisiste fundar todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del Universo, haz que toda la creación, liberada de la esclavitud del pecado , sirva a tu majestad y te glorifique sin fin.   

Temario de Formación 2013-14

Podéis conseguirlo en el siguiente enlace:

Lectio Divina Domingo_33T.O. Ciclo “C” 17 de Noviebre de 2013

Mal 3, 19-20ª; Sal 97, 5-9; 2 Tes 3, 7-12; Lc 21, 5-19
1.      Oración inicial:
Señor, con mi perseverancia en la fe, en el amor, en tu servicio, quiero salvar mi alma. Dame palabras de sabiduría para hacer frente alos falsos mesías quetratan de embaucar a los incautos.

2.- Lectura comprensiva: Lucas 21,5‑19

En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido». Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?» Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: “Yo soy”, o bien: “El momento está cerca”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida». Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
3. Comentario bíblico:
a. Aclaraciones al Texto
V.27 Saduceos: término derivado de Sadoc, sacerdote ligado a la historia de David y de Salomón. Poco numerosos, pero con mucho poder, los saduceos pertenecían a la clase sacerdotal y a la nobleza laica. Se atenían a la letra de la Escritura Santa y a la autoridad de Moisés; no aceptaban la tradición oral de los fariseos como fuente de interpretación de la Escritura.
V.29 Moisés nos dejó escrito. La cita aducida por los saduceos es la ley del levirato de Deuteronomio 25,5. Levirato deriva del latín levir, que significa cuñado.
V.36 Son como ángeles. Dotados de inmortalidad por el poder de Dios.
V.37 También Moisés lo indica. La cita aducida por Jesús  remite a los saduceos al episodio de la zarza en Éxodo 3,6. Es decir, Jesús argumenta en el único plano que los saduceos aceptaban, el de la letra de la Escritura Santa y el de la autoridad de Moisés.
b. Texto
Texto recogido por los tres evangelistas denominados sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas). La práctica coincidencia de los tres evangelistas en la transmisión del texto confiere al mismo un carácter de autenticidad, incluso en la materialidad de las palabras transmitidas. Nos hallamos ante uno de esos textos en los que resuenan las palabras mismas que Jesús pronunció, tal y como ellas salieron de sus labios.
  
Debate entre los saduceos y Jesús sobre la resurrección de los muertos. En opinión saducea, la resurrección daría lugar a situaciones grotescas, de donde concluyen lo absurdo de la misma. Supuesto saduceo: la resurrección como prolongación o repetición de las formas de vida presente.

Jesús empieza corrigiendo el falso supuesto saduceo: resucitar es pasar a una categoría de vida en la que ya no hay muerte. Acabada la muerte, no se engendran hijos. La condición humana en esta vida no es equiparable a la condición humana en la vida futura.

A continuación, Jesús argumenta desde la Escritura Santa y desde la autoridad de Moisés, es decir, desde el único plano que los saduceos aceptaban. Si Moisés puede hablar de Dios como Señor de sus antepasados, es porque éstos siguen vivos. El señorío no se ejerce sobre muertos sino sobre vivos.  El Señor no puede autodefinirse como Dios de muertos.
4. Meditación:
a. Indicaciones para nuestra vida
Profesión de Jesús en la vida después de la muerte. Profesión basada en la realidad de Dios y razonada a partir de esa realidad.

Hay otra vida después de la muerte, precisamente porque hay Dios. La total certeza de Jesús tiene su fundamento en Dios. Por ello mismo, esta certeza sólo será aceptable por una razón que piense y raciocine desde el dato de Dios. Una razón, en definitiva, con corazón, el cual siempre tiene razones que la razón no conoce. La razón sin corazón es limitada e imperfecta, hasta el punto de conferir categoría de absoluto a lo que sólo es relativo y coyuntural.

Creemos en la resurrección de los muertos y en la vida eterna porque creemos en Jesús y creemos en Dios.

Resulta fácil ridiculizar la doctrina de la resurrección de los muertos. Los saduceos incluso se divirtieron  a costa de Jesús.

El escepticismo saduceo es una constante humana generalizada. ¡A vivir, que son dos días! Expresión tan arraigada, como desafortunada y falsa.

Desde el momento que la futura condición humana tiene su base y fundamento en la realidad de un Dios que no es verificable ni demostrable empíricamente, tampoco lo es la realidad de nuestra futura condición. Por eso, alguien con vista miope de pragmatismo empírico puede perfectamente burlarse de ella y negarla. ¡Pero la vista miope  no es la vista perfecta!
b. Preguntas y cuestiones
Cuando me toca vivir el duelo por una persona muy querida ¿qué  influencia tiene mi fe en la vida eterna?
¿Es una fe teórica o una fe integrada en mis entrañas y en mi día a día?
Me comunico desde la fe con naturalidad con los bienaventurados en el cielo?
¿Qué me falta para vivir día a día la resurrección del Señor y la de los nuestros?
¿Ante mi segura muerte, tomo una actitud desde la fe en mi resurrección?
5, Contemplación:
A los que honran mi nombre, los iluminará un Sol de justicia.
6. Oración:
Concédenos vivir siempre alegres en tu servicio, porque en servirte a ti, creador de todo bien, consiste el gozo pleno y verdadero.


LECTIO DIVINA: Domingo_32º T.O. Ciclo “C” 10 de Noviembre de 2013

1.      2 Mac 7, 1-2.9-14; Sal 16, 1.5-6.8.15; 2 Tes 2, 16- 3, 5: Lc 20, 27-38
1. Lectura comprensiva: Lucas 20,27‑38
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella». Jesús les contestó: «En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos».

2. Comentario bíblico:
a. Aclaraciones al Texto
 1. Aclaraciones al texto
V.27 Saduceos: término derivado de Sadoc, sacerdote ligado a la historia de David y de Salomón. Poco numerosos, pero con mucho poder, los saduceos pertenecían a la clase sacerdotal y a la nobleza laica. Se atenían a la letra de la Escritura Santa y a la autoridad de Moisés; no aceptaban la tradición oral de los fariseos como fuente de interpretación de la Escritura.
V.29 Moisés nos dejó escrito. La cita aducida por los saduceos es la ley del levirato de Deuteronomio 25,5. Levirato deriva del latín levir, que significa cuñado.
V.36 Son como ángeles. Dotados de inmortalidad por el poder de Dios.
V.37 También Moisés lo indica. La cita aducida por Jesús  remite a los saduceos al episodio de la zarza en Éxodo 3,6. Es decir, Jesús argumenta en el único plano que los saduceos aceptaban, el de la letra de la Escritura Santa y el de la autoridad de Moisés.
b. Texto
Texto recogido por los tres evangelistas denominados sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas). La práctica coincidencia de los tres evangelistas en la transmisión del texto confiere al mismo un carácter de autenticidad, incluso en la materialidad de las palabras transmitidas. Nos hallamos ante uno de esos textos en los que resuenan las palabras mismas que Jesús pronunció, tal y como ellas salieron de sus labios.
  
Debate entre los saduceos y Jesús sobre la resurrección de los muertos. En opinión saducea, la resurrección daría lugar a situaciones grotescas, de donde concluyen lo absurdo de la misma. Supuesto saduceo: la resurrección como prolongación o repetición de las formas de vida presente.

Jesús empieza corrigiendo el falso supuesto saduceo: resucitar es pasar a una categoría de vida en la que ya no hay muerte. Acabada la muerte, no se engendran hijos. La condición humana en esta vida no es equiparable a la condición humana en la vida futura.

A continuación, Jesús argumenta desde la Escritura Santa y desde la autoridad de Moisés, es decir, desde el único plano que los saduceos aceptaban. Si Moisés puede hablar de Dios como Señor de sus antepasados, es porque éstos siguen vivos. El señorío no se ejerce sobre muertos sino sobre vivos.  El Señor no puede autodefinirse como Dios de muertos.

4. Meditación:
a. Indicaciones para nuestra vida
Profesión de Jesús en la vida después de la muerte. Profesión basada en la realidad de Dios y razonada a partir de esa realidad.

Hay otra vida después de la muerte, precisamente porque hay Dios. La total certeza de Jesús tiene su fundamento en Dios. Por ello mismo, esta certeza sólo será aceptable por una razón que piense y raciocine desde el dato de Dios. Una razón, en definitiva, con corazón, el cual siempre tiene razones que la razón no conoce. La razón sin corazón es limitada e imperfecta, hasta el punto de conferir categoría de absoluto a lo que sólo es relativo y coyuntural.

Creemos en la resurrección de los muertos y en la vida eterna porque creemos en Jesús y creemos en Dios.

Resulta fácil ridiculizar la doctrina de la resurrección de los muertos. Los saduceos incluso se divirtieron  a costa de Jesús.

El escepticismo saduceo es una constante humana generalizada. ¡A vivir, que son dos días! Expresión tan arraigada, como desafortunada y falsa.

Desde el momento que la futura condición humana tiene su base y fundamento en la realidad de un Dios que no es verificable ni demostrable empíricamente, tampoco lo es la realidad de nuestra futura condición. Por eso, alguien con vista miope de pragmatismo empírico puede perfectamente burlarse de ella y negarla. ¡Pero la vista miope  no es la vista perfecta!
b. Preguntas y cuestiones
Cuando me toca vivir el duelo por una persona muy querida ¿qué  influencia tiene mi fe en la vida eterna?
¿Es una fe teórica o una fe integrada en mis entrañas y en mi día a día?
Me comunico desde la fe con naturalidad con los bienaventurados en el cielo?
¿Qué me falta para vivir día a día la resurrección del Señor y la de los nuestros?
¿Ante mi segura muerte, tomo una actitud desde la fe en mi resurrección?

5, Contemplación:
Vale la pena morir a manos de los hombres, cuando se espera que Dios mismo nos resucitará para la vida.
6. Oración:
Dios omnipotente y misericordioso, aparta de nosotros todos los males, para que, bien dispuesto nuestro cuerpo y nuestro espíritu , podamos libremente cumplir tu voluntad.


Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More